Los préstamos empresariales son contratos que en ambas partes tienen que cumplir para que todo salga bien. La institución que otorga el crédito debe verificar que la otra parte tiene los medios para devolver el dinero. Asimismo, el solicitante debe conocer y aceptar el monto sobre el que puede asumir una responsabilidad.
Estas son las modalidades de créditos más comunes para empresas en Perú.
En esta modalidad los bancos ponen a disposición de las empresas dinero en una cuenta bancaria. La cantidad ingresada en esa cuenta puede usarse de manera gradual, total o puede que no se toque en absoluto.
En este tipo de préstamos empresariales se cobran los intereses en base a la cantidad de dinero gastado. El calculo se hace de acuerdo al trato entre la entidad bancaria y los representantes de las empresas. Usualmente, se fija un monto que no se debe superar para no pagar recargos.
En esta modalidad, la empresa puede poner a disposición una de sus propiedades. Esta es la garantía de pago por el préstamo. El máximo de capital prestado se fija en función del valor del predio ofrecido por el solicitante.
El plazo para el pago de este tipo de préstamos empresariales esta fijado de acuerdo a la cantidad solicitada. Tenga en cuenta que el tiempo que toma lograr la aprobación de este crédito es más largo que otros. Esto se debe a todos los trámites legales que hay que realizar.
Este es un mecanismo que usan las corporaciones para abordar proyectos de gran envergadura. Debido a su elevada cantidad no puede ser concedido por un solo banco. Este tipo de créditos requieren de un grupo de prestamistas.
Los bancos o cajas actúan como un sindicato que tiene derechos y obligaciones de manera mancomunada. De esta manera, pueden ofrecer una gran suma de dinero como préstamo a una empresa. Sin embargo, si una de las entidades bancarias incumple los acuerdos, solo se actúa en contra del infractor.
Estos préstamos tienen como fin aumentar la producción de las empresas.
– Crédito de avío. Está destinado a la compara de materias primas y materiales. Otro de los fines que se le puede dar a este dinero es el pago de salarios, gastos directos de producción y otros procesos fundamentales para la empresa.
– Préstamos refaccionarios. Este crédito esta destinado a la renovación de maquinaria o a la construcción de nuevas instalaciones en la empresa. Estos gastos pueden ser cuantiosos y difíciles de abordar para las nuevas empresas. Sin embargo, la renovación y el consiguiente aumento de la productividad pueden ayudar a mejorar las ganancias y sanear el préstamo.
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