La administración del efectivo de las empresas debe contemplar un monto para cubrir las necesidades básicas. En segundo lugar, de las prioridades, se tiene que disponer de una cantidad disponer en caso de eventualidades. Estos principios buscan un buen equilibrio entre la entrada y salida de dinero.
Una buena empresa contable puede ayudar a las organizaciones a balancear su efectivo para la compra de mercancías y materia prima, el pago de planillas, el pago de pasivos, la compra de activos, etc. y, también, para la inversión. En esta nota se detallarán cuatro reglas básicas para la administración del efectivo en las empresas.
Uno de los principales ejercicios que se tienen que hacer los encargados de la administración del efectivo, es la distinción de partidas. Existen algunos conceptos que aparentemente pueden formar parte del efectivo, pero que en realidad no cumplen con los requisitos.
Lo que forma parte del efectivo es el dinero, los cheques y los documentos de cobro inmediato ingresados a la caja. De igual forma, se consideran las cuentas bancarias de depósitos a la vista o de cuentas corrientes. Las cuentas en monedas extranjeras también son parte del efectivo. Por último, se toman en cuenta los cheques emitidos por la empresa, pero que no han sido entregados.
Los documentos o montos que se excluyen de la administración del efectivo son: cheques sin fondos y post-fechados, vales, estampillas, depósitos a plazo fijo, depósitos bancarios especiales o congelados.
Todas las empresas que ya tienen un tiempo operando conocen a cuanto se elevan sus gastos fijos. Además, se puede calcular el monto de los gastos variables. Si existen otros pasivos que deben ser cancelados en corto plazo, también se deben sumar a este monto.
La intención es saber cuanto efectivo se tiene que presupuestar para cubrir esas necesidades. En caso que no se cuente con el monto total, puede recurrirse a acelerar o aumentar las entradas de efectivo. Algunas de las medidas a las que se recurre es pedir anticipos a clientes, reducir los plazos de crédito, eliminar los descuentos, etc.
Una vez que te encuentres posicionado y, si eres un buen pagador, los proveedores querrán una relación duradera con tu empresa. En este panorama, una buena administración del efectivo se aprovechará para bajar las salidas de dinero. se pueden negociar reducciones de precio con la promesa de más contratos.
Otro aspecto que se puede negociar con los encargados del suministro de la empresa, son plazos más largos para los pagos. Si estas condiciones no se logran, otra idea es obtener una entrega preferencial para los pedidos de la empresa. En ese caso se puede retrasar la compra de suministros lo más posible.
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