El capital o patrimonio contable es equivalente a los bienes, derechos y obligaciones que tiene una empresa. Es común que se produzcan confusiones al usar este término, porque muchas personas piensan que solo se está hablando de los bienes y efectivo de una organización. En realidad, esa idea es el capital neto de trabajo que es similar, pero no debe confundirse con el concepto anterior.
En estos casos, el personal contable no se encarga de medir el valor y las variaciones de los tres aspectos del patrimonio de las empresas. Esta acción deberá hacerse en forma periódica en instituciones sin fines de lucro como en organizaciones con fines comerciales.
En las entidades no lucrativas los estados financieros no se elaboran con la finalidad de mostrar el nivel de ganancias o la cantidad de utilidades que pueden obtener. No obstante, sí cumplen con el rol de informar a los socios y a la gerencia acerca del estado de la organización.
Entonces, el cálculo del capital contable también se realiza en este tipo de entidades, aunque es recomendable contactar con empresas que prestan servicios de asesoría contable en Lima. Esto se deba que en la NIF B-16 se establecen algunas diferencias con el manejo regular de este aspecto respecto a alas empresas. Por ejemplo, se deben clasificar los activos de acuerdo al tipo de restricciones que sufren.
Usualmente, en esta clasificación se encuentran las contribuciones que han hecho diferentes patrocinadores. Su característica es que tienen restricciones que no expiran con el tiempo ni pueden ser eliminadas por ningún motivo. Se pueden subclasificar de la siguiente manera:
Restricciones permanentes de propósito. En este grupo se consideran a los activos que tienen un propósito especifico de uso. esa es la razón por la que no deben ser vendidos. Un ejemplo de esto puede ser un edificio que haya sido donado con el fin de ser un orfanato y que no pueda ser destinado a otros fines.
Restricciones permanentes de inversión. En este caso, los activos que se encuentran bajo esta restricción deben invertirse. De esta manera, se genera una fuente de ingresos permanente para la propia entidad.
En esta clasificación se pueden considerar a los activos que cuentan con algunas de las dos restricciones siguientes:
Restricción de plazo. Estos casos se dan cuando se establece una fecha o periodo determinado para el uso de los activos recibidos. Por ejemplo, una pareja de ancianos sin familia podría donar su vivienda a una organización de caridad. Por lógica, su uso para otros fines estaría restringido hasta que ambas personas hayan fallecido.
Restricción de propósito. Es común que algunas organizaciones reciban activos que deben utilizarse específicamente para un propósito. Por ejemplo, los fondos para la lucha contra el analfabetismo no podrán usarse en campañas medicas contra el cáncer.
Hay casos en que se impone una combinación de las dos restricciones anteriormente nombradas.
No hay ningún inconveniente o clausula que se deba cumplir para que una organización haga uso de este patrimonio. Estos activos generalmente provienen de ingresos por servicios prestados, producción y entrega de mercancías, dividendos o intereses recibidos de activos invertidos y, donativos recibidos sin restricciones.
Para hacer el cálculo de este patrimonio contable es necesario descontar los costos y gastos necesarios para la producción y entrega de mercancía, prestación de servicios, recaudación de donativos y la ejecución de las operaciones administrativas.
Si necesitas ayuda con estos aspectos puedes recurrir a los servicios de asesoría contable en Lima de TCA Soluciones. Llama al teléfono (511) 5101302 o completa el formulario de la web para solicitar más información o una cotización.
(Fuente: Contadorcontado.com)
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